Nuestro tercer día en la ciudad de Estocolmo lo dedicamos los barrios de Djugården y Riddarholmen. En la isla de Djugården se encuentra en museo Vasa y el museo al aire libre Skansen, dos de las visitas imprescindibles en nuestro viaje a Estocolmo. El día se levantó frío y nublado, así que salimos de nuestro hostal en Gamla Stan bien equipados con nuestros paraguas.
Para llegar a esta zona de la ciudad se puede coger el tranvía, pero nosotros decidimos ir andando para disfrutar de un paseo por las calles de la capital sueca.
Nuestra primera parada imprescindible fue el puente de la corona. Este es un lugar emblemático en la ciudad ya que la corona es el símbolo de Suecia.
Después de 30 minutos caminando llegamos hasta el museo Vasa. Este museo alberga el que, probablemente, es el buque más famoso de Suecia, el Vasa, que naufragó en su viaje inaugural en 1628 habiendo recorrido tan solo 1,5 km. Tras 333 años en el fondo del mar, se consiguió sacar en 1961 y se reconstruyó casi por completo. El museo es un recorrido por la historia de este magnífico barco, así como un análisis de las causas de su hundimiento (que todavía no están claras), cómo consiguieron subirlo a la superficie y un recordatorio a las personas que murieron en él.
En el museo hay WiFi gratuito y en la página web del museo (https://www.vasamuseet.se/es) se puede acceder libremente a una audioguía que os irá explicando la historia del barco con cada una de las exposiciones detalladas.
La entrada cuesta 130SEK (aunque nosotros hemos pagado 100 SEK con el carné de estudiante). Recomendamos ir a primera hora de la mañana (abren a las 10:00) para evitar colas. Además, cuando salimos los terminales para pagar con tarjeta que habíamos usado nosotros estaban cerrados y únicamente se podía pasar por la ventanilla, cosa que hacía aumentar el tiempo de espera para entrar en el museo.
Después de la visita a este magnífico museo, visitamos el museo al aire libre Skansen. La verdad es que el sitio nos gustó mucho, aunque nos llovió durante toda la visita y no lo pudimos disfrutar tanto como hubiéramos querido. De hecho, nuestro plan era comer allí, sin embargo, a causa del diluvio que nos cayó, los puestos estaban casi todos cerrados y no había ningún sito donde guarecerse y comer con tranquilidad, así que decidimos volver al hostal.
Skansen es el primer museo al aire libre del mundo y se abrió para preservar la cultura y las tradiciones suecas. Se realizan actividades en determinadas fechas que podéis consultar en la web oficial (http://www.skansen.se/es/kategori/espanol), además de pasear por las distintas casas de época en las que se explica un poco su historia, como por ejemplo un colegio o la casa del pueblo que era donde de reunían los jóvenes para discutir ciertos temas políticos.
Además, cuenta con un zoo con animales escandinavos como linces y alces; aunque a nosotros no nos gusta mucho ver los animales enjaulados…
Si os hace un buen día, es una visita muy recomendable y nosotros seguro que lo volveremos a visitar, ya que como hemos comentado, debido al diluvio que nos cayó nos quedó una parte del museo por visitar.
Después de refugiarnos un poco de la lluvia en nuestro hostal y ver que el tiempo no mejoraría, decidimos ir a dar un paseo, aunque fuera con paraguas y sin quererlo nuestros pasos nos llevaron a dos de las visitas que más nos gustaron de Estocolmo, la isla de Riddarholmen y el Ayuntamiento de Estocolmo.
Riddarholmen es una pequeña isla conectada con el barrio de Gamla Stan que tiene unas vistas espectaculares al fabuloso ayuntamiento.
Además, cuenta con la iglesia de Riddarholmskyrkan, construida a finales del siglo XIII. Es un espacio con muy pocos turistas y en general con poca gente que nosotros recomendamos visitar.
Finalmente, nuestros pasos nos llevaron a una visita que teníamos programada para el día siguiente, el Ayuntamiento.
A esas horas estaba cerrado, cosa que fue toda una ventaja porque pudimos disfrutar de sus alrededores con total tranquilidad. Por detrás tiene unas vistas a Gamla Stan realmente espectaculares.